Padre celestial, te doy gracias con todo mi corazón por todas las bendiciones que has derramado en mi vida. Gracias por la salud, el sustento, y por las personas que me rodean y me apoyan. Te agradezco por las oportunidades que me das y por las lecciones que aprendo cada día. Gracias por tu amor incondicional y tu presencia constante en mi vida, incluso en los momentos difíciles. Ayúdame a mantener un corazón agradecido y a reconocer tus bendiciones en cada situación. Que mi vida sea un reflejo de tu bondad y amor. Amén.